#25N: Una lucha, dos visiones de las mujeres en el Estado de México
Hoy 25 no sólo es una fecha que recuerda a quiénes ya no están, sino que abre o mantiene abierta esa herida por las que ya perdimos. Hoy, la ciudad se notó muy dividida, dos grandes grupos que luchaban por la misma causa, pero con diferentes reacciones.
Por un lado, la marcha silenciosa con madres de víctimas de feminicidios, agresiones o del mismo sistema que no le ha permitido ser ella, ser nosotras. Ahí en un teatro donde otra mujer perdió la vida, se pidió justicia, se exigió castigo pero no se conmemoró, se lloró y se levantó la voz por aquella que nos falta. Mujeres, adolescentas e infantas, proponían hoy espacias para qué cada una pudiera expresarse desde la conciencia, desde ese enojo como motor de pensamiento y de visibilizar si la violencia, pero también de ponderar ese lugar que nos hemos ganado.
El otro lado, furia, violencia y daño a lo que, considero, también construyó otra mujer que peleó ese lugar que fue destruido, por ese negocio con el que su familia se ha mantenido unida o por ese lugar histórico que ciertamente, no importa tanto como la vida de una mujer, pero da pertenencia a una ciudad de familias donde la mujer es la prioridad.
Lo que no hay que ocultar es la violencia hacia las mujeres, aquellas que ya no están y que no debiron dejarnos, no debieron llevárselas. Tampoco quitar la vista de esas conductas masculinas que nos agreden, que nos violentan y que son los masculinos quienes debiesen dar cuenta de lo que hoy es la mujer. Sin excusas, sin perdones, sin disculpas es cómo se debe de garantizar que una mujer pueda desarrollarse plenamente en cualquier ciudad de éste Estado.
Este 25 de noviembre nos enseña que, incluso en el pesar y en la molestia hay dos maneras de interpretarlos y de visibilizar la violencia que existe (a diario) sobre las mujeres. Pero me pregunto: nos hemos de acostumbrar a esto? o tenemos que replantear hacia donde irán las protestas? sólo el tiempo nos dirá.