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Comercio informal y cómo pensar en el turismo cultural en Toluca.

 


Con casi 32 millones de personas en México, el comercio informal es una de las alternativas laborales para la supervivencia de las familias mexicanas. En el Estado de México se calcula que casi el 80% de los negocios son informales, según datos del INEGI 2020 el comercio ambulante que no paga contribuciones o derechos a alguna entidad el gobierno, es el 68,3% de todo el comercio informal en el Estado. 

Pero ¿Por qué las autoridades permiten que ésta actividad ilegal continúe? Datos de la  UNAM aclara que existen 5 causas: 1. El clientelismo político, 2. Corrupción, 3. Falta de políticas publicas para la generación de empleos, 4. Educación y 5. imaginario colectivo.

En Toluca, a unos meses de inaugurar el planetario ubicado a unos metros de palacio de gobierno estatal, ya se observa cómo se han apoderado de un espacio público que podría ser un ícono nacional. El ambulantaje ha cercenado el paisaje cultural y turístico de una obra de infraestructura y tecnología como pocas en la Ciudad.




Pero no es toda responsabilidad de los comerciantes, también de las autoridades que han diseñado alguna otra actividad paralela que lleve al turismo a tener, más que un paseo, una experiencia. Sería ahí, en esos espacios alternos, como podría convivir la idiosincrasia mexicana del tianguis, de la gastronomía e incluso del desarrollo de una fuerte economía.

También es cierto, que como lo enunciamos anteriormente,  la faltad de educación y de trabajo cívico constante en las sociedades modernas mantiene aletargado el avance como ciudades. En algunas sociedades actuales incluso se han negado a los cambios que le ha dictado la posmodernidad, Toluca esta en medio de esas dos perspectivas.

Por último, el imaginario colectivo de preservación de algo tan mexicano como los "mercaditos" o la expresión: "a los tolucos nos gustan los tianguis", son eje empírico de gran parte de los habitantes de la ciudad. No digo que no sea parte también del poder adquisitivo o de la pobreza, más bien, me refiero a esa legitimación popular y política que, al no poder generar mejores condiciones de vida, deciden permisionar el espacio social de las ciudades y hacerse "de la vista gorda".

El reto sería construir una mejor planeación de la ciudad, con una creación de oportunidades para la mayoría y con una sociedad que se vislumbre hacia un futuro que ya nos ha rebasado.