Se expide la Ley de libro del Edomex.
En el Estado de México, abrir un libro podría ser, por fin, un derecho con rostro. El Congreso mexiquense aprobó la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, una apuesta por acercar las palabras a las comunidades que históricamente han vivido lejos de ellas: zonas rurales, pueblos originarios y personas en situación de vulnerabilidad.
El dictamen, impulsado por la iniciativa del diputado Edgar Samuel Rios de Morena y de la bancada de Movimiento Ciudadano, incorpora materiales en lenguas indígenas, sistema braille y formatos accesibles, además del fortalecimiento de bibliotecas y campañas públicas. La nueva ley define responsabilidades para las secretarías de Cultura y Educación, el Consejo Editorial y los ayuntamientos, y ordena la creación de un Programa Estatal que diagnostique hábitos lectores, infraestructura disponible y brechas educativas.
El objetivo: articular una política pública que estimule la creación literaria, respalde a la cadena del libro y convierta la lectura en una herramienta cotidiana de inclusión. “No es solo una ley, es una puerta que se abre”, coinciden legisladoras y legisladores. Y detrás de esa puerta, millas de historias esperan ser leídas por primera vez.

